Las personas mayores que realizan regularmente ejercicio físico mejoran su actividad cardiaca y vascular, estos beneficios también han podido comprobarse en las personas con movilidad reducida, incluso cuando la actividad se realiza de manera intermitente y en cortos periodos de tiempo.
Reducir el tiempo dedicado al sedentarismo incluso mediante la participación en actividades de baja intensidad podría tener importantes beneficios cardiovasculares para los adultos mayores con limitaciones de movilidad, según ha demostrado un nuevo estudio.
En el ‘Estudio sobre Intervenciones en los Estilos de Vida y la Independencia de Ancianos’ (LIFE, por sus siglas en inglés), los investigadores midieron el movimiento con acelerómetros en 1.170 personas de entre 74 a 84 años que tenían limitaciones físicas pero podían caminar 400 metros de ocho centros en todo Estados Unidos.
Las lecturas del acelerómetro de menos de 100 cuentas por minuto se consideraron periodos sedentarios, mientras entre 100 y 499 sugieren ejercicio como caminar lento o limpiar la casa y 500 indica andar moderadamente o realizar actividades de intensidad similar.
El estudio, que se publica en ‘Journal of the American Heart Association’, muestra que adultos mayores con movilidad reducida pueden reducir su riesgo de ataque cardiaco y muerte coronaria con cada minuto de la actividad física.
Mediante el uso de factores como la edad, los niveles de colesterol y la presión arterial, los investigadores calcularon el riesgo a diez años de los participantes de sufrir un ataque al corazón o muerte coronaria. Por cada entre 25 y 30 minutos que un paciente era sedentario al día, su riesgo previsto fue un 1 por ciento más alto.